Learning to be queer (lesson 1)

Tim Burton, Ed Wood, 1994

“(…) If the baby is a boy, and he reaches for the bow and feather –then you´ve got a boy, the way tybos figure, whose human-being sex story is the way every boy´s sex story had better be. If the baby is a girl, and she reaches for the gourd and basket- then you got a girl whose human-being sex story is the way every girl´s sex story had better be.
But if the boy reaches for the gourd and basket, or if the girl reaches for the bow and feather, then in tybo, you got a boy or you got a girl whose human-being sex story is a sex story you got to shut up about.
In Indian there are words for you if you choose the way most babies don´t choose. I don´t know how you say them in Indian, but I know they´re not at all like the tybo words. In Indian, they mean either “basket-man” or “bow-woman”. There´s the Word Berdache, too.
Ida told the story of my test this way:

“(…) There we were, the four excellent whores of Excellent, Idaho, and this baby boy. The Princess puts a feather and a bow on one side of the kid on the bed. She puts a gourd and a basket on the other side of him. Then she says to us, “Watch!” So, we match. The kid does nothing but lay there. We watch some more. He lays there some more. I´m about ready to give up on this test when the kid rolls over. First time in his life he´s rolled over! We all gasp and cheer and talk baby talk. Then, you´ll never believe it –what this kid did, you´ll never relieve: he reaches up to me! To me! He grabs a hold of my feathers- my feathered boa!”

“Es la historia de la prueba que mi madre me hizo cuando todavía era un bebé; una prueba para saber cómo sería yo. Se trata de una prueba india y es así: pones al bebé boca abajo en una cama. A un lado del bebé colocas un arco y una pluma, y una calabaza y una cesta al otro lado. Si el bebé es un chico, y coge el arco y la pluma… entonces es un chico, tal como se imaginan los tybo, un ser humano cuya trayectoria sexual será como tiene que ser la trayectoria sexual de cualquier chico. Si el bebé es una niña y coge la calabaza y la cesta… entonces tienes una chica cuya trayectoria sexual será como tiene que ser la trayectoria sexual de cualquier niña.

Pero si el chico coge la calabaza y la cesta, o si la chica coge el arco y la pluma, entonces, en tybo, tienes un niño o una niña cuya trayectoria sexual será una trayectoria sexual de la que es mejor no hablar.

En indio hay palabras para definirte si eliges distinto a la mayoría de los chicos. No conozco la mayoría de esas palabras indias, pero sé que no se parecen a las palabras tybo. Esas palabras indias significan “hombre-cesta” o “mujer-arco”. Y también está la palabra berdaje.

Ida contaba la historia de mi prueba del siguiente modo:

(…) Allí estábamos, las cuatro excelentes prostitutas de Excellent, Idaho, y este bebé. La Princesa pone un arco y una pluma a un lado del chico en la cama. Pone una calabaza y una cesta en el otro lado (…). Y luego, no lo creeríais nunca, no os creeríais lo que hizo este chico: ¡se viene hacia mí! Y me agarra de las plumas… ¡de la boa de plumas! (…) –En lugar de coger el arco y la pluma agarró la boa de plumas.”

SPANBAUER, Tom, The Man Who Fell in Love with the Moon, (pp. 29, english version) (pp. 47, spanish version)

Nous sommes penseuses, pas penseurs - Somos pensadoras, no pensadores

"Dans les langues romanes comme l'espagnol, il y a des genres, et peut-être peuvent-elles sembler plus «sexistes» que d'autres où il n'y en a aucun [1] "

Jenny Holzer, Survival Series, 1993

La Session 19 de l´Ecole du Magasin est composée de sept femmes. Dès le début un comique a remarqué que nous n´étions que des filles, en demandant, de façon indirecte, si le choix de nos candidatures reflète la volonté du Magasin d´avoir une parité... En outre, lorsque un aimable professeur nous présente aux invités et nous prie de dire notre nom et pays d'origine, pour des raisons qui m'échappent, mes compagnes et moi-même, adoptons la position que nous pourrions appeler "concours de beauté": l´une à côté de l'autre, bras dessus bras dessous, en souriant.

Nous, les participantes, avons décidés que dans le statement curatorial, nous ne mentionnerons pas le fait que nous sommes des femmes. Cela ne nous semblait pas important. Mais après quelques jours, quelque chose a retenu mon attention dans ce texte. Dans la version anglaise nous nous définissons en tant que transnational thinkers, et nous l´avons traduit en français avec une forme masculine penseurs transnationaux, quand le français a une forme féminine plus appropriée, penseuses transnationales.

"L'unité élémentaire de la langue –la déclaration- c´est une ordonnance (...) les mots sont des outils ; on donne aux enfants la langue, des stylos et des cahiers, de la même manière que des pelles et des pioches sont données aux travailleurs. Une règle de grammaire est un marqueur de pouvoir avant d´être un marqueur syntaxique[2]"

Que l´Europe anglophone ait des formules neutres où les hommes et les femmes sont également inclus alors que le sud de l'Europe reste sur le langage générique de l'Antiquité e du Moyen-Age, nous semble au moins une question à approfondir. Comme Deleuze et Guattari l´expliquent, la langue est un marqueur des structures de pouvoir et, nous ajoutons, le sédiment du processus historique et économique.

Dans la société d'où je viens, la langue véhicule et renforce un système patriarcal fondé sur la dichotomie "masculin–féminin", où la femme est "l'autre", le subalterne qui a moins de crédibilité, mais dont le travail est essentiel pour le système de production postfordiste.

Grenoble, 6/02/2010

[1] MARÍAS Javier, “Cursilerías lingüísticas”, El País, 3 mars 1995.

[2] DELEUZE G., GUATTARI F., Mille plateaux, Paris : Minuit, 1980, p. 95-96.

Zoe Leonard

“En fotografía la cámara sirve esencialmente para ver y para registrar, se convierte en un sustituto de nuestro cuerpo y de nuestra perspectiva del mundo. Lo que hago cuando tomo una fotografía, literalmente, es ser testigo de lo que veo. No se trata únicamente del tema que fotografío, del sujeto, sino del lugar en el que me posiciono”

“In photography we using the camera to see and to record, but that camera becomes an stand-in for your body and becomes an stand-in for your perspectives in the world. What I’m doing literally in taking a picture is I’m taking a record from where I understand, from where I see. Then, is not just what I’m taking photography, is not just a subject, is where I’m taking a picture”

Zoe Leonard, Wax Anatomical Model (Shot Crooked from Above), (Tate Modern, Londres), 1990

"(…) Existe un cierto tipo de política que se encuentra presente en mi obra, una especie de vena que la recorre, junto con otros muchos asuntos como subtextos emocionales, preocupaciones formales… Hace tiempo trabajé con ACT UP, una organización neoyorquina que lucha contra el SIDA. Participé activamente en movilizaciones, fui detenida varias veces… En esos años, conocí a muchos artistas que hacían obras propagandísticas, claramente políticas. Yo hice algunas obras políticas con un par de colectivos de los que fui miembro, pero, cuando me quedaba a solas, en el taller, no identificaba esa voz como la mía propia.

Las fotografías que hice en el museo… -¿cómo decirlo?-. Quería analizar las raíces de esta cuestión. Para mí el SIDA fue el síntoma. El problema no fue la enfermedad, el problema residía en capas mucho más profundas. Quise explorar la manera en la que el SIDA se convirtió en una crisis, más allá de la enfermedad… Las fotografías del museo fueron como sumergirme en lo profundo, retroceder en el tiempo. Revisé nuestra historia para ver qué habíamos heredado, qué eran esos objetos y qué decían de quiénes somos. (…) Los objetos a los que decidí dedicar mucho tiempo fotografiando, tenían que ver con la representación de la mujer, la representación de la belleza, el control de la sexualidad en imágenes como el cinturón de castidad, los modelos anatómicos de cera, las fotografías de moda, el calibrador de belleza, el traje de etiqueta. (…) Me interesa saber cómo los objetos que fabricamos y las cosas que mostramos revelan quienes somos. Lo que tenemos en los museos revela quienes somos como personas, lo que nos preocupa y lo que pensamos del mundo que nos rodea.

Es una forma bastante extensa de expresar que la política siempre está presente en mi obra, pero no de forma necesariamente directa, sino como estudio de la dinámica que ejerce el poder. Y las fotografías del árbol y de la valla serían una especie de amalgama (…) son una afirmación política a nivel muy profundo pero al mismo tiempo, muy personal."

Zoe Leonard (1961) in conversation with Lynne Cooke, curator of exhibition Zoe Leonard Fotografías (Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, 3 diciembre 2008, Madrid). http://www.museoreinasofia.es/archivo/encuentros/encuentro-zoe-leonard.html

La rebelión de los insomnes





Horacio Zabala. Revisar/Censurar. 1974
En marzo de 2009 el MNCARS fue el lugar de encuentro de algunos/as de los/as investigadores/as que integran la Red Conceptualismos del Sur. Entre las intervenciones, las de Joaquín Barriendos (Colombia), Suely Rolnik (Brasil) y Helena Chávez (México), me removieron de emoción en la butaca y me llenaron de gozo.

“Cuerpos despedazados son descubiertos y encubiertos en todos los rincones de México, miles de mujeres son violadas, mutiladas y asesinadas en la frontera norte, las diferencias económicas desquician cualquier posibilidad de comunidad, de justicia, de igualdad. (…)

La violencia que irrumpe, ya sea con la intención de fundar un nuevo orden o como fuerza de conservación de ley, la recibimos como objeto de contemplación. Como había anunciado Walter Benjamin, la auto-enajenación ha alcanzado un grado tal que nos permite vivir nuestra aniquilación como un goce estético de primer orden. (…)
Si estas experiencias son la materia de la que estamos hechos, ¿qué tipo de prácticas pueden incidir para transformar este paisaje? (…)
Tal vez la búsqueda está en los bordes, en los intersticios donde las prácticas y saberes se confunden para encontrar ahí, donde todavía todo está por inventar, la fuerza para des-encantarnos de este paisaje de mundo y des-acomodar lo que está solidificado, silenciado e in-visibilizado.

Si lo político es estético no es porque se haya convertido en una cuestión de gusto y contemplación, sino porque lo político es una formación histórica que crea las condiciones estéticas de lo político, es decir, las condiciones de percepción, de sensación, de afección, de saber y de poder desde las cuales generamos experiencias. Hoy podemos revertir el daño de la imposición de lo político como experiencia de sometimiento haciendo política, no como subordinación al mantenimiento del Estado o afiliación a un partido, sino como un modo de hacer y des-hacer. (…)”[1]

[1] Helena Chávez, La rebelión de los insomnes, www.des-bordes.net/des-bordes/editorial.php

El poder de la mirada - The power of looking

Robert Doisneau, Un regard oblique, 1948. Fotografía en blanco y negro, Victoria and Albert Museum, Londres.

La mirada del hombre, a pesar de situarse en un lugar secundario y descentrado, estructura el argumento narrativo de la fotografía. No es que la mujer no mire, de hecho, lo hace con intensidad, pero el objeto de su interés permanece oculto a los ojos del espectador/a. La mirada femenina se define así como vacía, atrapada entre dos polos que traza el eje masculino de visión. El objeto de la mirada del varón sí se halla claramente subrayado: la presencia del desnudo femenino, plenamente visible, hace que nos identifiquemos inmediatamente, en tanto que espectadores/as, con la mirada masculina. La mujer queda al margen de un triángulo imaginario de complicidades que se teje entre el cuadro, el hombre y el espectador/a. De este modo, el placer que experimenta el hombre se produce a través de una negación de la mirada de la mujer, que no está ahí sino como blanco de una broma sexual construida a sus expensas. En tono jocoso, la foto de Doisneau refleja de una forma sorprendente lo que algunas teóricas feministas han llamado “la política sexual de la mirada” (the sexual politics of looking)[1].

The man's look, although placed in a secondary and decentered place, structure the narrative argument of photography. The women looks with intensity, but the object of their interest remains hidden from the eyes of the viewer. Accordingly, the man gaze is defined as empty, caught between two poles that traces the male axis of vision. Instead, the object of male gaze is clearly emphasized: the presence of the female nude, fully visible, makes us identify immediately, while spectators, with the male gaze. The woman remains outside of an imaginary triangle of complicity which is woven between the table, the man and the spectator. Thus, the pleasure experienced by man occurs through a denial of women's eyes, that is not there but as the target of a sexual joke built at their expense. In a humorous tone, the Doisneau picture reflects what some feminist theorists have called "the sexual politics of looking" [1].

[1] P. Mayayo, Historias de mujeres, historias del arte, Madrid, Cátedra, 2003, pp. 200.

museo Reina Sofía homófoba? - museum homophobic Queen Sofia?


Aunque las recientes leyes[1] votadas por el Gobierno amplían considerablemente los derechos de lesbianas, gays, transexuales y bisexuales, y suponen un impensable avance en el contexto nacional e internacional, en la sociedad española existen sentimientos enraizados de homofobia y transfobia que salen a la luz en los momentos más cotidianos y relajados (¿quién puede olvidar las declaraciones de la Reina Doña Sofía en la publicación de la periodista Pilar Urbano?), y que están directamente relacionados con el prevalecimiento de los valores del sistema patriarcal en la misma, siendo algunos de ellos, el sexismo y el heterocentrismo.

´Puedo comprender, aceptar y respetar que haya personas con otra tendencia sexual, pero ¿que se sientan orgullosos por ser gays? ¿Qué se suban a una carroza y salgan en manifestaciones? Si todos los que no somos gays saliéramos en manifestación... colapsaríamos el tráfico[2]´ […]

Apropiándonos del espíritu de Guerrilla Girls, nos preguntamos si ante tamaña ignorancia -por no mencionar su carácter inconstitucional- el Museo Reina Sofía debería emplearse en buscar un nombre nuevo, o actualizarlo por medio de un aditamento práctico (Reina-homófoba).

Although laws [1] recently voted by the Spanish Government significantly expanded the rights of lesbians, gays, transsexuals and bisexuals, and are an unimaginable progress in national and international context, in Spanish society are rooted feelings of homophobia and transphobia that come to light in daily moments and relaxed circumstances (who can forget the statements of Queen Sofia in the publication of journalist Pilar Urbano?), and are directly related to the prevailing of system patriarchal values in it, beeng some of them, sexism and heterocentrism.

'I can understand, accept and respect where persons with another sexual orientation, but them will be proud by to be gays? How to climb a float and participate in parade? If all we are not gays we went out in parade in streets, we will collapse traffic!´ [2] [...]

Appropriating the spirit of Guerrilla Girls, we wonder if at such ignorance, the national museum called Queen Sofia should not seek a new name, or upgrade through a practical attachment (homophobic Queen etc.).

[1] Ley 13/2005, de 1 de julio, por la que se modifica el Código Civil en materia de derecho a contraer matrimonio (BOE núm. 157, 2 de julio de 2005) y Ley 3/2007, de 15 de marzo, reguladora de la rectificación registral de la mención relativa al sexo de las personas (BOE núm. 65, 16 de marzo de 2007).
[2] Mábel Galaz, “No nos queman a nosotros. Son trozos de papel. Ya se apagarán”, www.elpais.com, 30.10.2008.

La pérdida - The sense of loss


El semblante reservado de Romaine Brooks (1874-1970) en el Autorretrato[1] de 1923, la firmeza de su frágil figura vestida con traje masculino que interactúa con el espectador desde la oscuridad de su sombrero, podría representar el lugar molesto que tradicionalmente han habitado las lesbianas en la sociedad patriarcal. Aunque el lugar más frecuentado por la mujer homosexual sería el no-lugar, la pérdida, la invisibilidad

The quiet face of Romaine Brooks (1874-1970) in the Selfportrait [1] of 1923, the strength of her fragile figure dressed in male attire that interacts with the spectator from the darkness of her hat, could represent the place traditionally troublesome lesbians lived in a patriarchal society. Although the most frequented espace by gay women would be the non-place, loss, invisibility.

[1] Romaine Brooks, Self-Portrait, 1923. Óleo sobre lienzo, 117,5 x 68,3 cm, Smithsonian American Art Museum, Washington D.C.